miércoles, 13 de marzo de 2019


Lev Vigotsky  El aprendizaje de la lengua escrita y la  mediación cultural (1979).

Una de las contribuciones de la obra de Lev Vigotsky es la interrelación entre el desarrollo del lenguaje y el pensamiento. Esta área, examinada en su libro “Pensamiento y lenguaje”, reconoce la explícita y profunda interconexión entre el lenguaje oral (habla) y el desarrollo de los conceptos mentales. Él dice que pensamiento y palabra están totalmente ligados, y que no es correcto tomarlos como dos elementos totalmente aislados, como lo hacen teóricos y lingüistas que sólo buscan equivalentes exactos entre los dos elementos. Vigotsky nos ayuda a comprender, no sólo cómo la escritura puede ser una experiencia de aprendizaje, sino cómo es que la escritura estructura la conciencia humana. Para ello nos centraremos en cinco puntos fundamentales de la teoría de Vigotsky:

1. Los procesos psicológicos superiores (lenguaje y pensamiento), que son los procesos específicamente humanos, estos tienen su origen en la vida social, es decir, se constituyen a partir de la mediación y la internalización de prácticas sociales y de instrumentos psicológicos creados culturalmente.  Sin embargo no sucede lo mismo con el aprendizaje de la lengua escrita, pues para ello es necesaria la participación en procesos de socialización específicos como la educación. Obviamente, no todos los miembros de una sociedad adquieren el dominio del lenguaje escrito y por eso, la alfabetización de sus miembros representa una meta para las sociedades alfabetizadas. La escritura aparece entonces como un instrumento psicológico que se adquiere como dominio de una práctica cultural específica.

2.  La escritura representa un sistema de mediación semiótica en el desarrollo psíquico humano, que implica un proceso consciente y autodirigido hacia objetivos definidos previamente. Durante este proceso la acción consciente del individuo estará dirigida hacia los objetivos de diferente nivel. Uno serían las ideas que se van a expresar. El otro está constituido por los instrumentos de su expresión exterior, es decir, por el lenguaje escrito y sus reglas gramaticales y sintácticas, cuyo dominio se hace imprescindible para su realización. Por ello, la escritura como mediadora en los procesos psicológicos, activa y posibilita el desarrollo de otras funciones que además están involucradas en el proceso de composición escrita.

 3.  La escritura es una forma de lenguaje, un sistema de signos, y por tanto es una herramienta psicológica. Estas herramientas son medios de actividad interna que introducidas en una función psicológica, como el pensamiento, por ejemplo, la transforman cualitativamente. Por su carácter de herramienta psicológica, la adquisición de la lengua escrita modifica la estructura de los procesos cognitivos, llevando a los seres humanos del razonamiento práctico-situacional hacia el pensamiento.

 4. De acuerdo con lo que hemos visto, el proceso de composición escrita debe verse como un proceso que exige, por una parte, una compleja estructuración del pensamiento, y por otra, la realización de una serie de acciones. Respecto a las operaciones implicadas en el acto de escribir diremos que el proceso de escritura es una actividad verbal regida por un motivo, subordinada a una tarea y a un proyecto determinado, que se lleva a cabo bajo un control permanente por parte del escritor. Esta actividad verbal se realiza a través de los mecanismos  del lenguaje interior y necesita para su realización el dominio de las formas del lenguaje escrito.

5.  Habla del origen y la naturaleza social del lenguaje escrito, de su carácter social, tiene al menos tres consecuencias: la primera, sería reconocer que la lengua escrita, además de ser producto de una sociedad y expresión de una cultura en un momento histórico determinado, esconde tras de sí la historia de esa sociedad y de su lenguaje como forma de realización de la actividad psíquica individual y como representación de su mundo. La segunda consecuencia es que la lengua escrita como sistema semiótico, es social en el sentido de que se usa para fines sociales. Su función primaria es que se utiliza para la comunicación entre los seres humanos. Y la tercera consecuencia no es más que la lengua escrita vista como los demás instrumentos de mediación semiótica, es decir  con su contexto pasa a integrar un eslabón más en la cadena de resonancias dialógicas. 

Asumir estas concepciones sobre la lengua escrita, repercute en la visión que el docente tenga de sí mismo y en el planteamiento de la acción educativa. Por esta razón el docente dentro de esta perspectiva teórica, debe, por una parte, comprender que la escritura es un proceso dialéctico, ya que, el avance en la adquisición de la escritura implicaría el avance en la adquisición de la lectura, en el lenguaje oral y por ende el enriquecimiento del lenguaje interior; lo que significaría en definitiva, un avance en el desarrollo de la consciencia del ser humano. Por otra parte, implica que el docente debe poner al alcance del alumno las reglas gramaticales y sintácticas e instrumentos de expresión indispensables para escribir.


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