Lev
Vigotsky El aprendizaje de la lengua escrita y la mediación cultural (1979).
Una de las contribuciones
de la obra de Lev Vigotsky es la interrelación entre el desarrollo del lenguaje
y el pensamiento. Esta área, examinada en su libro “Pensamiento y lenguaje”, reconoce la explícita y profunda
interconexión entre el lenguaje oral (habla) y el desarrollo de los conceptos
mentales. Él dice que pensamiento y palabra están totalmente ligados, y que no
es correcto tomarlos como dos elementos totalmente aislados, como lo hacen
teóricos y lingüistas que sólo buscan equivalentes exactos entre los dos
elementos. Vigotsky nos ayuda a comprender, no sólo cómo la escritura
puede ser una experiencia de aprendizaje, sino cómo es que la escritura
estructura la conciencia humana. Para ello nos centraremos en cinco puntos
fundamentales de la teoría de Vigotsky:
1. Los procesos psicológicos superiores (lenguaje y
pensamiento), que son los procesos específicamente humanos, estos tienen su
origen en la vida social, es decir, se constituyen a partir de la mediación y
la internalización de prácticas sociales y de instrumentos psicológicos creados
culturalmente. Sin embargo no sucede lo
mismo con el aprendizaje de la lengua escrita, pues para ello es necesaria la
participación en procesos de socialización específicos como la educación.
Obviamente, no todos los miembros de una sociedad adquieren el dominio del
lenguaje escrito y por eso, la alfabetización de sus miembros representa una
meta para las sociedades alfabetizadas. La escritura aparece entonces como un
instrumento psicológico que se adquiere como dominio de una práctica cultural
específica.
2. La escritura
representa un sistema de mediación semiótica en el desarrollo psíquico humano,
que implica un proceso consciente y autodirigido hacia objetivos definidos
previamente. Durante este proceso la acción consciente del individuo estará
dirigida hacia los objetivos de diferente nivel. Uno serían las ideas que se
van a expresar. El otro está constituido por los instrumentos de su expresión
exterior, es decir, por el lenguaje escrito y sus reglas gramaticales y
sintácticas, cuyo dominio se hace imprescindible para su realización. Por ello,
la escritura como mediadora en los procesos psicológicos, activa y posibilita
el desarrollo de otras funciones que además están involucradas en el proceso de
composición escrita.
3. La escritura es una forma de lenguaje, un
sistema de signos, y por tanto es una herramienta psicológica. Estas
herramientas son medios de actividad interna que introducidas en una función
psicológica, como el pensamiento, por ejemplo, la transforman cualitativamente.
Por su carácter de herramienta psicológica, la adquisición de la lengua escrita
modifica la estructura de los procesos cognitivos, llevando a los seres humanos
del razonamiento práctico-situacional hacia el pensamiento.
4. De acuerdo con
lo que hemos visto, el proceso de composición escrita debe verse como un
proceso que exige, por una parte, una compleja estructuración del pensamiento,
y por otra, la realización de una serie de acciones. Respecto a las operaciones
implicadas en el acto de escribir diremos que el proceso de escritura es una
actividad verbal regida por un motivo, subordinada a una tarea y a un proyecto
determinado, que se lleva a cabo bajo un control permanente por parte del
escritor. Esta actividad verbal se realiza a través de los mecanismos del lenguaje interior y necesita para su
realización el dominio de las formas del lenguaje escrito.
5. Habla del origen
y la naturaleza social del lenguaje escrito, de su carácter social, tiene al
menos tres consecuencias: la primera, sería reconocer que la lengua escrita,
además de ser producto de una sociedad y expresión de una cultura en un momento
histórico determinado, esconde tras de sí la historia de esa sociedad y de su
lenguaje como forma de realización de la actividad psíquica individual y como
representación de su mundo. La segunda consecuencia es que la lengua escrita
como sistema semiótico, es social en el sentido de que se usa para fines
sociales. Su función primaria es que se utiliza para la comunicación entre los
seres humanos. Y la tercera consecuencia no es más que la lengua escrita vista
como los demás instrumentos de mediación semiótica, es decir con su contexto pasa a integrar un eslabón
más en la cadena de resonancias dialógicas.
Asumir
estas concepciones sobre la lengua escrita, repercute en la visión que el
docente tenga de sí mismo y en el planteamiento de la acción educativa. Por
esta razón el docente dentro de esta perspectiva teórica, debe, por una parte,
comprender que la escritura es un proceso dialéctico, ya que, el avance en la
adquisición de la escritura implicaría el avance en la adquisición de la
lectura, en el lenguaje oral y por ende el enriquecimiento del lenguaje
interior; lo que significaría en definitiva, un avance en el desarrollo de la
consciencia del ser humano. Por otra parte, implica que el docente debe poner
al alcance del alumno las reglas gramaticales y sintácticas e instrumentos de
expresión indispensables para escribir.
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