Nathaniel
Branden, Teoría de la Personalidad (1998).
Afirma que la autoestima es la
suma de la confianza (sentimiento de capacidad personal) y el respeto
(sentimiento de valía personal) por uno mismo. Existe como consecuencia del
juicio implícito que cada persona realiza acerca de, por un lado, su habilidad
para afrontar los retos de la vida, es decir, para comprender y superar los
problemas, y, por otro, su derecho a la felicidad, o, dicho de otro modo, a
respetar y defender sus propios intereses y necesidades.
Esta define los 6 hábitos que una persona
con una sana autoestima lleva a cabo: El vivir con conciencia: Se refiere a
darse cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor, una persona entre más
consciente es tiene mayor predisposición a no negar la realidad. El aceptarse a
sí mismo: Se refiere a darse cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor, una
persona entre más consciente es tiene mayor predisposición a no negar la
realidad. El vivir con responsabilidad: Se refiere a que cada individuo debe
aceptar la realidad tal como es y que es responsable de satisfacer sus propias
necesidades.
El Vivir con autoafirmación: La
autoafirmación se refiere al poder motivarse así mismo, sin esperar que los
demás lo hagan, además de considerarse valioso e importante. El vivir con
propósito: Se refiere a tener una razón de vivir, y un objetivo claro de a
dónde se quiere llegar. El vivir con integridad: La integridad se refiere a ser
congruentes con lo que se piensa, se es, actúa y dice, quiere decir ser
auténticos.
La autoestima según Branden, permite a las
personas enfrentarse a la vida con mayor confianza, benevolencia y optimismo, y
por consiguiente alcanzar más fácilmente sus objetivos y autorrealizarse.
Permite que el individuo sea más ambicioso respecto a lo que espera
experimentar emocional, creativa y espiritualmente. Desarrollar la autoestima es ampliar la
capacidad de ser felices; la autoestima permite tener el convencimiento de
merecer la felicidad. Por tal motivo,
afirma el autor que comprender esto es fundamental, y redunda en beneficio de
todos, pues el desarrollo de la autoestima positiva aumenta la capacidad de
tratar a los demás con respeto, benevolencia y buena voluntad, favoreciendo así
las relaciones interpersonales enriquecedoras y evitando las destructivas.
En virtud de ello, las personas pueden
presentar en esencia dos estados: Tener una autoestima adecuada equivale a sentirse
confiadamente apto para la vida, o, usando los términos de la definición
inicial, sentirse capaz y valioso; o sentirse aceptado como persona. Tener una
autoestima inadecuada es cuando la
persona no se siente en disposición para la vida; sentirse equivocado como
persona. En la práctica, y según la experiencia de Nathaniel Branden, todas las
personas son capaces de desarrollar la autoestima positiva, al tiempo que nadie
presenta una autoestima totalmente sin desarrollar.
Cuanto más flexible es la persona, tanto
mejor resiste todo aquello que, de otra forma, la haría caer en la derrota o la
desesperación. Así mismo, Branden afirma
que durante la niñez, el grado de respeto, amor, reconocimiento y, en definitiva,
educación emocional que se recibe, va influyendo sobre la autoestima, aunque,
no obstante, las elecciones y decisiones propias del niño son un factor crítico
en cuanto a la autoestima que éste cosecha en su camino hacia la vida adulta.
Las personas no son, por lo tanto, depositarios de las opiniones ajenas. Del
mismo modo, también depende de los adultos el desarrollo de su autoestima
independientemente del pasado que hayan podido tener. Es decir, nadie puede
pensar por otro, o imponerle la fe y el amor propio. Una persona puede recibir
amor de todos los que la rodean y seguir sin amarse a sí misma, puede ser
admirada y no encontrar sus valores, puede aparentar seguridad y sentir
inseguridad, satisfacer las expectativas de los demás y no las propias, tener
éxito y no reconocerlo. Alcanzar el éxito sin alcanzar una autoestima positiva
es estar condenado a sentirse como un impostor que espera con angustia que lo
descubran.
Indicadores positivos de autoestima:
La persona que se autoestima suficientemente: Cree con firmeza
en ciertos valores y principios, y está dispuesta a defenderlos incluso aunque
encuentre oposición. Se siente lo suficientemente segura de sí misma como para
modificarlos si la experiencia le demuestra que estaba equivocada. Es capaz de
obrar según crea más acertado, confiando en su propio criterio, y sin sentirse
culpable cuando a otros no les parezca bien su proceder. No pierde el tiempo
preocupándose en exceso por lo que le haya ocurrido en el pasado ni por lo que
le pueda ocurrir en el futuro. Aprende
del pasado y proyecta para el futuro, pero vive con intensidad el presente.
Confía plenamente en su capacidad para
resolver sus propios problemas, sin dejarse acobardar fácilmente por fracasos y
dificultades. Y cuando realmente lo necesita, está dispuesta a pedir la ayuda
de otros. Como persona, se considera y siente igual que cualquier otro; ni
inferior, ni superior; sencillamente, igual en dignidad; y reconoce diferencias
en talentos específicos, prestigio profesional o posición económica.
Da por sentado que es interesante y
valiosa para otras personas, al menos para aquellos con los que mantiene
amistad. No se deja manipular, aunque está dispuesta a colaborar si le parece
apropiado y conveniente. Reconoce y acepta en sí misma diferentes sentimientos
y pulsiones, tanto positivas como negativas, y está dispuesta a revelárselos a
otra persona, si le parece que vale la pena y así lo desea. Es capaz de
disfrutar con una gran variedad de actividades.
Branden fundamenta la investigación ya que
para él cada persona realiza acerca de su habilidad para afrontar los retos de
la vida, es decir, para comprender y superar los problemas, y, por otro, su
derecho a la felicidad, o, dicho de otro modo, a respetar y defender sus
propios intereses y necesidades.
Reconocer qué no es la autoestima, liberarse de la culpa, vivir
aceptándose, ser auténtico en sus relaciones, hacerse responsable de su propia
felicidad y dejar de culpar a los otros y al mundo, derribar barreras internas
para obtener éxito en el trabajo y en el amor, vivir activamente, fomentar la
autoestima de los otros y hallar el coraje de amarse como persona y comprender
que ese es su derecho. El modo en que nos
sentimos con respecto a nosotros mismos afecta virtualmente en forma decisiva
todos los aspectos de nuestra experiencia,
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