domingo, 17 de marzo de 2019

Nathaniel Branden, Teoría de la Personalidad (1998).

Afirma que la autoestima es la suma de la confianza (sentimiento de capacidad personal) y el respeto (sentimiento de valía personal) por uno mismo. Existe como consecuencia del juicio implícito que cada persona realiza acerca de, por un lado, su habilidad para afrontar los retos de la vida, es decir, para comprender y superar los problemas, y, por otro, su derecho a la felicidad, o, dicho de otro modo, a respetar y defender sus propios intereses y necesidades.

     Esta define los 6 hábitos que una persona con una sana autoestima lleva a cabo: El vivir con conciencia: Se refiere a darse cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor, una persona entre más consciente es tiene mayor predisposición a no negar la realidad. El aceptarse a sí mismo: Se refiere a darse cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor, una persona entre más consciente es tiene mayor predisposición a no negar la realidad. El vivir con responsabilidad: Se refiere a que cada individuo debe aceptar la realidad tal como es y que es responsable de satisfacer sus propias necesidades.

     El Vivir con autoafirmación: La autoafirmación se refiere al poder motivarse así mismo, sin esperar que los demás lo hagan, además de considerarse valioso e importante. El vivir con propósito: Se refiere a tener una razón de vivir, y un objetivo claro de a dónde se quiere llegar. El vivir con integridad: La integridad se refiere a ser congruentes con lo que se piensa, se es, actúa y dice, quiere decir ser auténticos.

     La autoestima según Branden, permite a las personas enfrentarse a la vida con mayor confianza, benevolencia y optimismo, y por consiguiente alcanzar más fácilmente sus objetivos y autorrealizarse. Permite que el individuo sea más ambicioso respecto a lo que espera experimentar emocional, creativa y espiritualmente.  Desarrollar la autoestima es ampliar la capacidad de ser felices; la autoestima permite tener el convencimiento de merecer la felicidad.  Por tal motivo, afirma el autor que comprender esto es fundamental, y redunda en beneficio de todos, pues el desarrollo de la autoestima positiva aumenta la capacidad de tratar a los demás con respeto, benevolencia y buena voluntad, favoreciendo así las relaciones interpersonales enriquecedoras y evitando las destructivas.

     En virtud de ello, las personas pueden presentar en esencia dos estados: Tener una autoestima adecuada equivale a sentirse confiadamente apto para la vida, o, usando los términos de la definición inicial, sentirse capaz y valioso; o sentirse aceptado como persona. Tener una autoestima  inadecuada es cuando la persona no se siente en disposición para la vida; sentirse equivocado como persona. En la práctica, y según la experiencia de Nathaniel Branden, todas las personas son capaces de desarrollar la autoestima positiva, al tiempo que nadie presenta una autoestima totalmente sin desarrollar.

      Cuanto más flexible es la persona, tanto mejor resiste todo aquello que, de otra forma, la haría caer en la derrota o la desesperación. Así mismo,  Branden afirma que durante la niñez, el grado de respeto, amor, reconocimiento y, en definitiva, educación emocional que se recibe, va influyendo sobre la autoestima, aunque, no obstante, las elecciones y decisiones propias del niño son un factor crítico en cuanto a la autoestima que éste cosecha en su camino hacia la vida adulta.

      Las personas no son, por lo tanto,  depositarios de las opiniones ajenas. Del mismo modo, también depende de los adultos el desarrollo de su autoestima independientemente del pasado que hayan podido tener. Es decir, nadie puede pensar por otro, o imponerle la fe y el amor propio. Una persona puede recibir amor de todos los que la rodean y seguir sin amarse a sí misma, puede ser admirada y no encontrar sus valores, puede aparentar seguridad y sentir inseguridad, satisfacer las expectativas de los demás y no las propias, tener éxito y no reconocerlo. Alcanzar el éxito sin alcanzar una autoestima positiva es estar condenado a sentirse como un impostor que espera con angustia que lo descubran.

      Indicadores positivos de autoestima: La  persona que se  autoestima suficientemente: Cree con firmeza en ciertos valores y principios, y está dispuesta a defenderlos incluso aunque encuentre oposición. Se siente lo suficientemente segura de sí misma como para modificarlos si la experiencia le demuestra que estaba equivocada. Es capaz de obrar según crea más acertado, confiando en su propio criterio, y sin sentirse culpable cuando a otros no les parezca bien su proceder. No pierde el tiempo preocupándose en exceso por lo que le haya ocurrido en el pasado ni por lo que le pueda ocurrir en el futuro.  Aprende del pasado y proyecta para el futuro, pero vive con intensidad el presente.

      Confía plenamente en su capacidad para resolver sus propios problemas, sin dejarse acobardar fácilmente por fracasos y dificultades. Y cuando realmente lo necesita, está dispuesta a pedir la ayuda de otros. Como persona, se considera y siente igual que cualquier otro; ni inferior, ni superior; sencillamente, igual en dignidad; y reconoce diferencias en talentos específicos, prestigio profesional o posición económica.

     Da por sentado que es interesante y valiosa para otras personas, al menos para aquellos con los que mantiene amistad. No se deja manipular, aunque está dispuesta a colaborar si le parece apropiado y conveniente. Reconoce y acepta en sí misma diferentes sentimientos y pulsiones, tanto positivas como negativas, y está dispuesta a revelárselos a otra persona, si le parece que vale la pena y así lo desea. Es capaz de disfrutar con una gran variedad de actividades.

     Branden fundamenta la investigación ya que para él cada persona realiza acerca de su habilidad para afrontar los retos de la vida, es decir, para comprender y superar los problemas, y, por otro, su derecho a la felicidad, o, dicho de otro modo, a respetar y defender sus propios intereses y necesidades.  Reconocer qué no es la autoestima, liberarse de la culpa, vivir aceptándose, ser auténtico en sus relaciones, hacerse responsable de su propia felicidad y dejar de culpar a los otros y al mundo, derribar barreras internas para obtener éxito en el trabajo y en el amor, vivir activamente, fomentar la autoestima de los otros y hallar el coraje de amarse como persona y comprender que ese es su derecho.  El modo en que nos sentimos con respecto a nosotros mismos afecta virtualmente en forma decisiva todos los aspectos de nuestra experiencia,

     Desde la manera como funcionamos en el trabajo, el amor o el sexo, hasta nuestro proceder como padres y las posibilidades que tenemos de progresar en la vida. Nuestras respuestas ante los acontecimientos dependen de quién y qué pensamos que somos. Los dramas de nuestra vida son el reflejo de la visión íntima que poseemos de nosotros mismos. 

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