miércoles, 13 de marzo de 2019


Liliana Tolchinsky. Aprendizaje del Lenguaje escrito. (1993)

Liliana Tolchinsky, habla sobre cómo los niños aprenden a escribir, propone la escritura como una actividad física y simbólica para cuyo ejercicio hace uso de un sistema –un sistema de notación convencional–, que en distintas circunstancias produce lo escrito. Dado lo anterior, es preciso aclarar que la autora no considera el escribir sólo como una habilidad motora, sino como un conocimiento complejo. Al ser considerado como habilidad motora, el escribir se circunscribe al procedimiento de trazar las letras. Como conocimiento complejo, en cambio, la habilidad motora queda incluida, entre otras clases y niveles de conocimiento.

Tolchinsky se preocupa por el contenido y el interés de las informaciones que se transmiten o se producen por escrito, no por las combinaciones de letras o sonidos que son más fáciles para los niños. Concibe que el proceso de escritura implica mucho más que la simple habilidad de trasladar el habla al papel, se necesita involucrar aspectos sociales, culturales, psicológicos y, evidentemente, lingüísticos. Así, el aprendizaje de la escritura supone un saber en el que se conjuga el conocimiento de funciones, de operaciones y de propiedades del instrumento portador de la grafía. De esta manera, el uso de la escritura posibilita el desarrollo cognitivo. La reflexión sobre qué es escribir impone explorar y diferenciar términos que designan sistemas que frecuentemente se vinculan y hasta se confunden: los sistemas notacionales, la escritura, la ortografía y el lenguaje escrito.

La notación se refiere al conjunto de formas gráficas que registran y transmiten una información. Dos sistemas notacionales altamente formalizados de la cultura son los sistemas alfabéticos y los sistemas numéricos. Otros señalan el musical y el químico, los cuales han contribuido a ampliar la capacidad de memoria humana, a jerarquizar, a clasificar y, en general, a estructurar el conocimiento que se ha acumulado sobre la realidad. Como características de los sistemas notacionales tenemos: crear un código con un número limitado de elementos, ser un sistema cerrado que no permite la agregación permanente de elementos, tener algún tipo de orden natural o arbitrario y poseer elementos bien definidos e identificables.

La escritura es un sistema de notación particular y específico constituido por las letras y sus reglas de combinación, y por el conjunto de convenciones no alfabéticas tales como los signos de puntuación, mayúsculas, subrayado, etc. En esta perspectiva, la ortografía, es la forma de usar el sistema de notación alfabética y el conjunto de convenciones no alfabéticas de la escritura, que tiene en cuenta las normas propias de una lengua y de una comunidad específicas.

El lenguaje escrito acumula la experiencia social del uso de la escritura y se distingue, entonces, por el valor de uso manifestado en los discursos, los cuales sintetizan cualidades vinculadas a las funciones socio- comunicativas. Las formas discursivas son diferentes del sustrato material, incluyen cualidades que no dependen de este sino de las condiciones de uso (relaciones entre el que escribe y el que lee, planificación previa del texto, circunstancias ambientales en que se produce, etc.), lo cual va más allá de ser una manifestación oral o una manifestación escrita.

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